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domingo, 30 de junio de 2013

Borriquito como tú. turu-rú



El pasado día, en Barcelona. Se celebró en el ínclito Camp Nou, como no, una especie de aquelarre multitudinario a modo de concierto o concentración con motivo; no se sabe bien, a caballo entre el derecho a decidir, el independentismo, la consulta popular, el "Freedom for catalonia" y la muerte de Chanquete a manos de los opresores "espanyoles". Que no tengo muy claro quiénes son, pero parece que son unos tíos muy, muy malos.

Al extraordinario evento acudieron más de 90.000 almas en un extasis de banderas, banderines, pancartas, pendones y pendonas multicolores parecidos todos a la bandera de Cuba y alzándo su desgarrada voz al cielo  al unísono clamando la libertad de un país, que nadie conoce y que casualmente se llama igual que una de las Comunidades Autónomas de España.

Para amecizar la velada, acudieron a tan solemne cita para dar su apoyo humano y hacer derroche de su arte, cantantes como Ramoncín, Dyango y Peret, que deleitaron al concurrido público con su presencia y canciones hasta, supongo, llevar al paroxismo a los entregados asistentes.

He de reconocer que no me imaginaba yo al rey del "pollo frito" y con rombo  en el ojo, al empalagoso Dyango o al místico Peret, que llevan toda la vida viviendo del público español que ahora ya no se consideren españoles y que presten su apoyo a la noble causa de la segregación de España.  Pero en fin.

El mundo del cine y espectáculo también quiso estar presente en la velada, a la que acudieron notables como: Cristina plazas, Mathew Tree, Ventura Pons y Anna Sahún. Por si a alguien no les suena de nada como a mi, les dejo las fotos por si los reconocen en alguna película o série de televisión para que corran a la calle, como haré yo, a compra el DVD o la entrada de cine en la que salgan.




Entre las autoridades políticas, destacan los consejeros de Cultura, Justicia y Educación. Lo cual, da que pensar en manos de qué personajes esta el gobierno de Cataluña. Que al mismo tiempo que viven de un extraordinario sueldo pagado por los españoles, no dudan en usar su autoridad en destruir al país que les da de comer. Sin obviar la influencia de las carteras que controlan semejantes elementos.

El motivo del evento no tiene secretos. Una representación más de la impunidad con la que ciudadanos adoctrinados por una ideología política, manifiestan su odio a España y los españoles y reivindican sin miedo un hecho, que la última vez que lo ví, era delito en el código penal. La secesión.

Cada vez son más los españoles que viven fuera de cataluña que ven con asco todas estas manifestaciones y expresiones. Y está cerca, si no ha llegado ya, que el astío que sienten ha llegado a colmar su paciencia, hasta el punto que la expresión "que se vayan ya, y nos dejen en paz" cada vez es más frecuente. Yo, que vivo en Tarragona desde hace tres décadas y veo los acontecimientos, no puedo reprocharles nada. Yo mismo he llegado al punto de contestar a algún catalán de cuna cuando se queja de que "los españoles nos tienen manía" y les contesto que sí, que es verdad y además os lo habéis ganado a pulso. Peo no puedo olvidar que yo vivo aquí. Que no tego ninguna intención de marcharme y que el suelo que piso es tan mío como vuesto por derecho.

¿Tiene solución? por supuesto que sí. Evidentemente no se trata de cohartar la libertad de expresión, ni acotar el derecho de reunión o la libertad de ideas. El nacionalismo es una opción política más, tan honrosa o deplorable como cualquiera. Pero un país tiene derecho a defenderse, ya sea de enemigos fuera de las fronteras o dentro de ellas, y si una ideología va en contra de los intereses de un país, como mínimo se debería evitar que tuviese presencia en las administraciones públicas y en los ámbitos de gobierno. Tal y como se hizo con ETA. ¿Como?, aplicando la Constitución suprimiendo aquellas autonimías en abierta rebeldía. Quitarles de las manos la Justicia, la educación y la cultura a peligrosos personajes que no les da pudor reconocerse enemigos de España.

¿Quien lo hará?, ni idea. Porque el borrego de presidente que tenemos ahora no está por la labor ni tiene lo que hay que tener. ¿El próximo Presidente socialista?, ni en broma. ¿Aznar?, ni aunque volviese, que lo dudo. Ya tuvo su oportunidad y a él le debemos la normalización lingüística que sufrimos hoy los castellano-parlantes. La única persona que yo creía capaz de hacer semejante proéza y con los huevos para hacerla era Esperanza Aguirre, y al final, ha tirado la toalla asqueada de un Partido Podrido y su cobarde gerifalte al frente.

Pero la esperanza es lo último que se pierde. Espero que algún día tengamos la suerte de contar con un Presidente decente. Con arrojo y valentía. Que diga las cosas por su nombre, sin melifluas y politicamente correctas decisiones. Un ciudadano, no un político. Un español que ame a su país y que se ponga sin vergüenza un pin de españa en la solapa de su traje. Y sobre todo, que anteponga  España y a todos los españoles antes que a su mandato o poltrona. ¿Aparecerá ese hombre o mujer algún día?, quién sabe.


Mientras tanto, recordando una de las canciones de nuestro nuevo exiliado político, Peret, en la que le cantaba con deleite y entusiasmo a un burrito, que por lo visto no sabía ni la "U". Me he acordado que es un símbolo del catalanismo, precisamente la silueta de un burro. Bueno, ellos les llaman "l´ase catalâ" (el asno catalán), pero que quieren que les diga, a mi me parece un burro de toda la vida. Y se ha convertido en una pegatina común que todos los nacionalistas  lucen con orgullo en la parte posterior  de su coche. Yo, que de nacionalista no tengo ni un pelo y de burro menos, sólo puedo decirle a nuesto amigo Peret y sus acólitos separatistas:

Borriquito como tú, turu-rú.





miércoles, 12 de junio de 2013

Sin ángeles



Es curioso que de un tiempo a esta parte cada vez cuesta más ver un niño por la calle con síndrome de Down. Es una reflexión que me ha venido a la memoria al recordar un titular en un periódico de hace un par de años, durante la lamentable época del zapaterismo, en la que no sé quién mencionaba que durante la época socialista de Zapatero, el gobierno había conseguido disminuir la aparición del sídrome de Down en los niños españoles. Dicho así, ahora que hago memória, podría interpretarse nada más y nada menos como el extraordinario logro de un gobierno en conseguir, gracias a su eficaz gestión en el desarrollo tecnológico y científico, el avanze de una solución para dicha enfermedad, y los datos corroboran tal noticia, ya que es verdad que es notorio que ha disminuido drásticamente el número de casos.


Por desgracia, como siempre que se trata del socialismo, la verdad nada tiene que ver con la realidad más allá del extraordinario poder mediático y propagandístico de la que tan buena gala hace la izquierda.


Lo cierto a tan extraordinario avance no es más que una política descontrolada de abortos realizados en los que los más perjudicados han sido los fetos con tales características. El supuesto logro científico, no es más que el resultado de una ingenieria social que nos aboca a convertirnos en seres incapaces de asumir responsabilidad alguna sobre nuestros actos, ya que siempre está papá Estado para protegernos de nuestros errores.


¿Que no quieres estudiar? no pasa nada, nosotros te aprovamos y te damos un titulillo para que te limpies el culo luego con él. ¿Que no te gusta trabajar? No pasa nada, tú haz el vago todo lo que quieras que para eso están las ayudas estatales. ¿Que no te gusta tu trabajo? pues no pegues ni golpe en él, que como se atrevan a despedirte se les va a caer el pelo. ¿Que quieres follar como una loca? Pues adelante, cuantos más mejor y si luego aparece un feto nos lo cepillamos y listo, y si no te has dado cuenta y ya casi está listo para hacer el servicio militar pero no ha nacido aún, da igual, siempre encontraremos algún ilustre camarada médico sensible a la ideología de género que jure por Lenin y la Pasionaria que tal embarazo supondrá un grave perjuicio psicológico para ti. Pero sobre todo, ¿Que una Amneocentesis te ha revelado que tu hijo sufre síndrome de Down?, mujer, no seas tonta. ¿para qúe vas a malgastar tu vida y tu futuro en un niño que no sirve para nada, al que no podrás mostrar orgullosa en el parque frente a tus amigas, del que siempre tendrás que estar pendiente porque no es autosuficiente y del que sólo te creará inconvenientes mientras el resto disfruta de sus robustos querubines de Rubens. ¡Sé feliz! deshazte de él.


Frivolidades aparte. Una de las pocas cosas que más me ha llamado la atención y con la que con más admiración he observado es el talante peculiar conque los padres de un Down interactuan con  sus hijos. Sólo cuando has visto muy de cerca o con atención el vínculo y la interactuación te das cuenta de lo extraordinariamente plena que es la vida de una familia con un Down en casa. No voy a obviar los riesgos y complicaciones médicas que suelen existir en tales circunstáncias y que nadie desea para sí o para otros, pero la ternura que desprenden padres, hermanos, abuelos etc sólo es comparable al amor que devuelven los niños y adultos con Down. El amor, la paciencia, la ternura, los besos con sonrisa y el abrazo sincero són el pan nuestro de cada día en una familia con un Down y muy dificil de ver en el resto de familias. La absurda compasión con la que aveces miramos a unos padres con un niño Down de la mano no es más que pura ignoráncia, ya que son ellos los que tendrían que tener compasión de nosotros por vivir una vida vacía. Con problemas duros y reales sobrellevados con dulzura y cariño y sin oírles nunca una queja o una reclamación. Una vida plena, útil, práctica, sin tiempo para frivolidades que la mayoría nunca hemos conocido. Una de las frases que más oigo a los padres de un Down cuando se refieren a sus hijos, y que me llena de gozo es la de calificarlos de ángeles. Y yo,  no puedo estar más deacuerdo.


la filosofía social que defiende la mejora de los rasgos hereditarios humanos llamada comunmente Eugenesia, no es una ideología contemporánea. Ni siquiera es atribuíble al fruto del ingenio de tan ilustres personjes como Adolf Hitler, Stalin o Mao,  como alguien podría pensar. Lo cierto es que es una idea que proviene de tiempos de Platón aunque no se desarrolla plenamente hasta 1865 por un pariente de Charles Darwing llamado Francis Galton, a raíz del tratado del "Origen de las especies" del mencionado científico. El concepto, simplificando, es muy sencillo: mejorar la raza humana eliminando aquellos individuos y su posible descedencia que no reúnan los requsitos necesários para ser un ciudadano de provecho y que no suponga una carga social y económica al resto de la sociedad. Simple. Visto desde un punto de vista meramente antropológico parece razonable. Claro que si olvidamos el insignificante hecho que la raza humana no sómos plantas ni insectos ni protozoos sin raciocinio ni entendimiento entonces nos topamos conque negar los sentimientos es negar la eséncia misma del ser humano con sus defectos y lo extraordinario que eso conlleva.


 Aún así, y para que todo sea dicho, tales ideologías encontraron no pocos simpatizantes durante el pasado siglo XX. Me vienen a la memória personajes como Salvador Allende, Winston Churchill, Josep Tarradellas y muchos más escritotes, polítocos y famosos de renombre que firmaron manifiestos a favor de la eugenesia. La idea sólo se abandonó cuando decidieron ponerla en práctica los genocidas clásicos de nuestra historia: Hitler, Stalin etc. Ya que no era éticamente razonable que te vinculasen a tales ilustres.

 Pero el tiempo pasa inexorablemente y cuando no se aprende de la historia, se tiende a repetirla con obstinación. Hoy, con el manto o la escusa de los avances tecnológicos y la sépsis conque se trata, cargada de eufemismos miserables el aborto, la eliminación sistemática de seres humanos que no cumplan con los cánones establecidos vuelve a ser un echo actual. Lamentablemente.

Puede que en un futuro no lejano, por la calle de nuestras maravillosas ciudades en sus perfectas sociedades ya no podamos pasear los gordos, los miopes, los viejos, los calvos, los feos, los bajitos los tontos los asmáticos o los que no somos socialistas. Habremos sido objeto de la selección inteligente. Pero yo no quiero vivir en una sociedad así. Me gusta mi hija con su manchita de vitíligo en la cara. Me enamoré de mi mujer sin una dentadura perfecta. Adoraba a mi abuela, más cegata que un gato de escayola, tocar la calva de mi abuelo y ver por la calle panzas de campeonato como la mía. Miro con respeto y admiración al tipo que vende cupones y que se gana la vida como el que más. O al que veo,  que sin ayuda de nadie,  se baja de su coche tuneado y monta su silla de ruedas después de haberme "birlao" el mejor parking del Carrefour, porque se lo ha ganado con derecho. Pero sobre todo, quiero volver a ver la sonrisa inmensa de un niño con síndrome de Down abrazado a su orgullosa madre como si se la fuesen a robar.


Quiero que me devuelvan los ángeles a las calles.